1899
252 x 56,2 cm.
Óleo sobre lienzo


Aunque ni la actitud ni la expresión corporal de la Nuda Veritas aparecen como provocativas, la desnudez que ostenta resulta tan alejada de su representación clásica que ésta deviene irritante y escandalosa para el público vienés. Esta femme fatale de cabello cobrizo, parece anunciar la llegada de la sexualidad al arte, mostrando su vello púbico como una declaración de guerra ante aquellos que critican el nuevo rumbo que está tomando el estilo de Klimt. Todo ello en una época en la que los estudios de Sigmund Freud hacían de la sexualidad un incómodo tema para la hipócrita sociedad vienesa.
La serpiente ondulante a sus pies, las flores en el cabello leonino y el fondo azulado, entre acuático y neblinoso, añaden un componente inquietante y peligroso a la composición.
muchísimas gracias por este estudio exhaustivo de la obra de klimt, en este momento me ha venido genial tener este información, muy buen trabajo
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