Juventud y formación
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Gustav Klimt posando frente a su taller |
Gracias a su temprano talento, recibe a los 14 años una beca para estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de Viena, donde se forma como pintor y decorador de interiores hasta el año 1883.
Hacia 1880, junto a su hermano Ernst y un amigo común, Franz Matsch, ya realiza pequeños encargos como pintor y poco tiempo después, ya de manera autónoma, la decoración pictórica interior en grandes edificios públicos de la Ringstraße, importante avenida que rodea el centro de Viena.
En 1888, recibe la Orden de Oro al Mérito y es nombrado miembro honorario de las universidades de Múnich y Viena.
A principios de la década de 1890 mueren su padre y su hermano Ernst, lo que le impide pintar durante casi 6 años. Durante esta misma época, conoce a Emilie Flöge, quien será su compañera hasta el final de su vida. Ambas circunstancias hacen que su estilo academista previo cambie por completo y se encamine hacia su personalísima manera de pintar, creando una variante austriaca del Modernismo.
La Wiener Sezession
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Palacio de Exposiciones de la Wiener Sezession |
A finales de siglo, comienza tres pinturas encargadas para decorar el techo del Aula Magna de la Universidad de Viena, Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. Adoptando las formas clásicas de la alegoría y el simbolismo, Klimt las transforma con su lenguaje plástico, abiertamente sexual y provocativo. Dura y ampliamente criticadas, estas pinturas no llegan a instalarse y desde ese momento, el artista no vuelve a aceptar encargos públicos.
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Filosofía, Medicina y Jurisprudencia |
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Detalle del Friso Beethoven |
Con motivo de la XIV exposición del movimiento secesionista, Klimt finaliza en 1902 el Friso de Beethoven, homenaje al compositor alemán. Al año siguiente, Klimt visita Florencia, Venecia y Rávena, donde descubre los mosaicos bizantinos que posteriormente marcarán su producción pictórica. Es en este punto donde comienza su madurez como artista.
La etapa dorada
La etapa dorada
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El árbol de la vida, mural del Palacio Stoclet |
Tras la vuelta de su viaje por Italia, Klimt participa en la decoración del Palacio Stoclet, cuya aportación en forma de murales representa según su propias palabras "posiblemente el último paso de mi desarrollo de la ornamentación". Sin embargo, las obras más reconocidas de esta etapa son el Retrato de Adele Bloch-Bauer I (1907) y El beso (1907-1908). Ambas comparten la incorporación del pan de oro a la pintura, técnica que ya había utilizado en su Pallas Athene (1898) y en su Judith I (1901), y el uso masivo de la ornamentación como elemento primordial de su lenguaje pictórico. Esta etapa también se caracteriza por la progresiva reconciliación con la crítica y un enorme éxito comercial.
Vejez y legado
En 1911, Klimt recibe el primer premio de la Exposición Universal de Roma por su obra La vida y la muerte.
Siete años más tarde, en 1918, muere a los 55 años tras sufrir un infarto, una neumonía y la llamada gripe española. A su muerte, deja inacabadas gran cantidad de obras.
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La vida y la muerte |
Durante la II Guerra Mundial, un número considerable de sus obras son confiscadas por el régimen nazi, que posteriormente son destruidas al ser incendiado el castillo que las alberga, para evitar así que caigan en manos de los aliados.
Las obras de Klimt han batido algunos récords en lo que se refiere a los precios alcanzados en subastas. En 2006, por ejemplo, el primer Retrato de Adele Bloch-Bauer es vendido por 135 millones de dólares, convirtiéndose en la tercera obra de arte más cara de la historia.
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